Alrededor de cincuentas delegados y delegadas sindicales se han concentrado esta mañana frente a la Subdelegación del Gobierno de Huesca al objeto de manifestar su protesta por la campaña de acoso y derribo del sindicalismo, bajo los lemas "NO NOS CALLARÁN" y "HUELGA NO ES DELITO".
MANIFIESTO EN DEFENSA DEL DERECHO DE HUELGA Y DE LA LIBERTAD SINDICAL
El reconocimiento de este
derecho de las y los trabajadores para la defensa de sus intereses no es
exclusivo de nuestro ordenamiento jurídico.
En nuestro país, y
durante más de treinta y cinco años, las y los trabajadores hemos venido
ejerciendo, democrática y constitucionalmente, este derecho de titularidad individual pero de ejercicio
colectivo.
Ahora está siendo
cuestionado por las autoridades públicas, como se infiere de las múltiples
causas y actuaciones penales
desarrolladas contra las y los trabajadores (que participaron legítimamente en las huelgas convocadas por las
organizaciones sindicales más representativas contra las reformas laborales),
por supuestas actividades delictivas durante el desarrollo de las mismas.
Por supuesto, no se trata
de defender posibles extralimitaciones en el ejercicio del derecho de huelga;
en todo caso, como se viene pronunciando el citado Comité de Libertad Sindical,
cualquier sanción impuesta por actividades ilegítimas relacionadas con huelgas
debería ser proporcional al delito o falta cometida, y las autoridades deberían
excluir el recurso a medidas de
encarcelamiento contra quienes organizan o participan en una
huelga pacífica. Tales medidas comportan
graves riesgos de abuso y serias amenazas a la LIBERTAD SINDICAL Y DE LAS PERSONAS TRABAJADORAS.
Numerosas acusaciones e
imputaciones, con peticiones de cárcel, dirigidas contra el movimiento
sindical, sus responsables y militantes, por el ejercicio legítimo y
constitucional del derecho de huelga (que, no olvidemos, implica el derecho a
requerir de otros la adhesión a la huelga y a participar, dentro del marco
legal, en acciones conjuntas dirigidas a tal fin) responden a una forma de
gobernar caracterizada por la restricción
de los derechos y libertades básicas ciudadanas, esas que conforman nuestro modelo de convivencia y el Estado
Social y Democrático de Derecho que regula la Constitución.
La persecución de la
libertad sindical se une a otras iniciativas desarrolladas para cercenar
libertades públicas y limitar derechos como las últimas reformas legales en materia del Código Penal
o de seguridad ciudadana o las que niegan la gratuidad en el acceso a la Justicia.
No es posible permanecer
callado o mostrarse impasible ante ese intento de deslegitimar las respuestas laborales a las
reformas injustas impuestas por el poder político, de condicionar en el futuro el desarrollo de estas
huelgas, cuando no de fundamentar hipotéticas reformas laborales lesivas o perjudiciales para las y los trabajadores, en una muestra más de
retroceso democrático. Las limitaciones de los derechos
sindicales fundamentales, además de provocar un grave desequilibrio en las
relaciones laborales, frustran los avances en las
condiciones de trabajo y en el bienestar de la sociedad.
Está en juego un “instrumento de presión que la
experiencia secular ha mostrado ser necesario para la afirmación de los
intereses de los trabajadores en los conflictos socioeconómicos, conflictos que
el Estado social no puede excluir, pero a los que sí puede, y debe proporcionar
los adecuados cauces institucionales; lo es también con el derecho reconocido a los sindicatos en
el artículo 7.º de la Constitución , ya que un sindicato sin derecho al
ejercicio de la huelga quedaría, en una sociedad democrática, vaciado
prácticamente de contenido, y lo es, en fin, con la promoción de las
condiciones para que la libertad y la igualdad de los individuos y grupos
sociales sean reales y efectivas” como ha declarado nuestro Tribunal
Constitucional.
Los firmantes de este manifiesto consideramos inaceptable el ataque continuado
a nuestros derechos constitucionales, y de manera singular, la intervención de
los poderes públicos contra la libertad sindical, lo que supone que cerca de
200 sindicalistas estén hoy afectados por procedimientos administrativos y penales
tras participar en la convocatoria, extensión y organización de huelgas
generales.
EXIGIMOS seguir ejerciéndolos libremente y SOLICITAMOS que,
desde la institución a la que representa, se dé traslado de estas
MANIFESTACIONES al Gobierno de España, así como que haga cumplir las normas que
protegen el derecho de huelga y libertad sindical.
En Huesca, a 9 de Julio de 2014.




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