Nombre: Katiana Vicens Guillén
Cargo sindical: Secretaria General CCOO Islas Baleares
Imputada:
- Por un DELITO DE DAÑOS -previsto y penado en el artículo
263 del Código Penal- a la pena de MULTA DE 24 MESES, a razón de una cuota
diaria de 18 euros.
- Por de un DELITO CONTRA LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES
-previsto y penado en el artículo 315.3 del Código Penal- a la pena de PRISION DE 4 AÑOS y SEIS MESES y
MULTA DE 24 MESES, a razón de una cuota diaria de 18 euros.
Relato de los hechos:
En la HUELGA GENERAL del día 29 de marzo de 2012,
en la estación intermodal de Palma de Mallorca, sobre las 7 de la mañana,
accedí al interior de un autocar interurbano con la intención de informar sobre
los motivos de la jornada de huelga. Ante la reacción agresiva y desmesurada
del conductor del autocar, que me cogió de un brazo y me zarandeó impidiendo
que pudiese llevar a cabo la acción informativa, un policía que se encontraba
en la puerta del mismo me obligó a salir y procedió a identificarme.
Según el auto judicial, la
fiscalía me imputa por el siguiente relato de sucesos:
«Sobre las 07:20 horas del día
29 de marzo de 2012,con ocasión de las movilizaciones de la huelga general, la
acusada CATALINA ANA VICENS GUILLEN, [...], junto con otras personas no
identificadas, con ánimo de menoscabar la propiedad ajena y de sumar a la
huelga al trabajador que cumplía los Servicios mÍnimos para que estos no se
prestasen, se dirigió al vehículo [...], tras subir al mismo, se dirigió a su
conductor, [...], increpándole y diciéndole "deja de trabajar",
"para el motor", "esquirol", al tiempo que arrancaba el
cartel de "servicios mínimos" y golpeaba la luna delantera del
autobús hasta fracturarla,[...]. El servicio de autobús, finalmente, no pudo
prestarse, procediendo los pasajeros a abandonar el vehículo.»
En estos momentos me encuentro a la espera de señalamiento de fecha
para la celebración de juicio oral.
Pregunta: Tu imputación es una de las más de 200
actualmente en proceso. Ese alto número, ¿es una casualidad u obedece a un
intento de criminalizar la actividad sindical en unos momentos de previsible
estallido social?
Respuesta: No creo en las casualidades y aunque no puedo
afirmarlo categóricamente todo parece apuntar a una acción coordinada por parte
de la fiscalía cuyo fin último es asestar un golpe definitivo a uno de los
instrumentos de presión de que disponen las organizaciones sindicales en la
disputa capital-trabajo.
Pregunta: ¿Cuáles te parece que son los métodos más
efectivos para plantar cara a esa ofensiva administrativo – jurídica que
pretende acallar voces críticas?
Respuesta: No aceptar el miedo por respuesta y demostrarles
con hechos y palabras que “podrán encerrarnos, pero no callarnos”.
Pregunta: En tu experiencia sindical, ¿has conocido
algún otro momento de una intensidad tal en lo que a persecución del
sindicalismo de clase se refiere?
Respuesta: Será que no tengo edad suficiente, pero no,
jamás conocí algo igual
Pregunta: ¿Cuándo nos tocan, multan, agreden y/o
procesan a alguno/a nos tocan, multan, agreden y/o procesan a todos/as?
Respuesta: Por supuesto, el sentimiento de pertenencia a una
misma clase, la clase trabajadora, hace que tengamos la firme convicción de que
el problema de uno/a es el problema de todos/as.
Pregunta: Parece
ser que se trata de gestionar el miedo y hacerlo extensivo a la población
basándose en golpear las cabezas más comprometidas. ¿Ves algún indicio que nos
permita ser optimistas en el sentido de que el miedo cambia de bando y que la
estrategia de generalizarlo está fallando?
Respuesta: No veo por el momento indicios de cambio pero tengo
el convencimiento de que si los más comprometidos nos mantenemos firmes en
nuestras convicciones y no sucumbimos al miedo el resto acabará por despertar
de su letargo.
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