En primer lugar, me vais a permitir hacer un agradecimiento personal. Es la primera vez que, como responsable de CC.OO., participo en una Huelga General y quiero dar las gracias a todas las personas con las que he compartido esta experiencia. Estar en la calle y en los centros de trabajo con vosotras y vosotros, en la reivindicación, la protesta y la lucha obrera, ha sido un lujo y un orgullo. Gracias por arroparme y cuidarme, mil gracias.
Las Comisiones Obreras queremos dar las gracias a todas las personas y organizaciones que han hecho posible que el día de hoy sea un éxito para la lucha de la clase trabajadora. En especial a aquellas personas que, a pesar del miedo, la resignación o las dificultades económicas han estado, codo con codo, en la calle, en las plazas, en los piquetes, en las manifestaciones….Gracias por demostrarle al gobierno que, entre todos y todas, somos capaces de mantenernos unidos, en pie y con dignidad ante la apisonadora del capital.
Esa apisonadora que el gobierno ha transformado en el ataque más grave y profundo al estado de bienestar y al estado de derecho. El descrédito de la Huelga General, la interesada mala fama de las organizaciones sindicales y de las personas que, desde una plataforma o asociación, se unen para defenderse, el descrédito, en suma, de la clase trabajadora, ¡¡ES INTOLERABLE. Y NO VAMOS A DEJAR QUE SIGAN HACIÉNDOLO!!!
Hoy, el presidente de la patronal ha dicho que es un día para olvidar, como un mal recuerdo de una mala experiencia. Que no se preocupe, que se lo recordaremos todos los días!!! Para el Gobierno es un día en el que la normalidad ha sido la tónica general, y le tenemos que decir que no puede llamarse normalidad a la pérdida de derechos laborales y sociales, al aumento de personas en situación de desempleo, a fomentar la confrontación entre la clase trabajadora para que nos apuñalemos para conseguir un trabajo, cualquier trabajo, mejor para ellos si es sin derechos.
Para los que hemos estado todo el día en las calles de todo el país va ser un día más de reivindicación, de protesta, de indignación y de cabreo. Y también va a ser un día de encuentros, desde la crítica y el respeto, un día en el que empezamos a caminar, no sólo en la misma dirección y por el mismo sendero (la protección de las personas ante los abusos institucionales y empresariales), sino que lo haremos con el conjunto de la sociedad.
Hoy, terminamos la Huelga General y los actos reivindicativos gritándole al gobierno que, aunque no les guste que ejerzamos nuestros derechos, aunque legisle para que los perdamos, los vamos a defender con uñas y dientes, desde la confrontación, como hoy, y desde la negociación, cuando toque, con todas las armas que tenemos, que somos las y los que estamos en esta plaza y en todas las plazas de España.
Porque recordad, que cada uno de nosotros y nosotras somos un arma contra la injusticia y la intolerancia. Porque recordad, que cada uno de nosotras y nosotros, somos una arma para la libertad.
¡¡VIVA LA CLASE OBRERA!!
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