EN EL DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL RACISMO COMISIONES
OBRERAS EXIGE “TOLERANCIA CERO” CON LAS ACTITUDES O DISCURSOS QUE PROMUEVAN
ACTITUDES RACISTAS Y/O XENÓFOBAS
En el DIA INTERNACIONAL CONTRA EL RACISMO COMISIONES OBRERAS advierte sobre el preocupante rumbo xenófobo por
el que comienzan a transitar determinados discursos políticos en la Unión Europea.
Asimismo queremos denunciar una cuestión que ya lleva años ocurriendo
-pese a las múltiples advertencias de los sindicatos y otros agentes sociales-
como es el hecho de que la
Unión Europea carece de una política de inmigración real y
efectiva que permita una adecuada gestión de los flujos migratorios y una
entrada ordenada y fluida en el territorio de la UE.
Pese a la asunción de competencias por parte de la UE en materia de
visados, inmigración y asilo, no se han producido avances positivos en ningún
campo: más al contrario, se aprobó la Directiva de repatriaciones en 2008
–conocida como Directiva de la vergüenza- que plantea un profundo déficit
jurídico en los trámites de expulsiones de los extranjeros irregulares impropio
de estados de derecho, se ha endurecido el Reglamento de visados comunes y
reforzado los mecanismos y los controles fronterizos, etc.
Sin embargo, esperamos aún un desarrollo armonizado y coherente de la
normativa de asilo -en el marco del programa de Dublín- que debería permitir
abordar situaciones como la de personas que huyen de conflictos en los que –sin
embargo– la UE tiene o pretende tener protagonismo internacional pero de las
que luego se desentiende: Libia, Túnez, Somalia, Egipto, Siria, Mali, República
Centroafricana, Nigeria, Palestina, etc.
Al mismo tiempo la UE carece de una normativa conjunta sobre cómo
gestionar los flujos migratorios y permitir el acceso de una manera normalizada
y fluida a trabajadores de terceros países: se sigue con un irreal esquema de
“inmigración cero” que origina el
fomento de las entradas irregulares y el florecimiento de redes de tráfico (e
incluso, trata) de personas que dan pie a catástrofes fundamentalmente en el
entorno del Mar Mediterráneo (Lampedusa, Ceuta).
Mientras tanto en los estados miembros campan a sus anchas los
discursos discriminatorios y xenófobos que junto al auge de la extrema derecha,
galopan a lomos de un agresivo discurso antiinmigración
En tiempos de crisis generalizadas, las opciones políticas de extrema
derecha y/o populistas tratan de afianzar sus discursos sobre falaces debates
sobre la identidad, la competencia desleal o el acaparamiento de “ventajas
sociales” que vinculan maliciosamente con la inmigración, cuando los
extranjeros no son sino unas víctimas más de la brutales políticas de recortes
asumidas con la excusa de la mal llamada
austeridad: no es
casualidad que en tiempos de políticas restrictivas en lo
económico, se busquen y pretendan también recortes de libertades y de derechos
y siempre empezando por los colectivos más débiles y vulnerables..
Mientras tanto en España el Gobierno golpea a la inmigración de
forma general a través de los graves recortes en sanidad, educación y otros
servicios públicos que afectan especialmente a la clase trabajadora donde se
ubica la inmensa mayoría de la población extranjera en nuestro país.
Por otro lado se intenta “invisibilizar”
la inmigración en España: pareciera que los cinco millones de extranjeros que
viven en nuestro país no existieran para el actual Gobierno, que sólo se fija
en la emigración española si bien con un discurso confuso y frívolo ( espíritu
de aventura, movilidad exterior…) sin querer ver a la propia población
extranjera en España que -en un contexto de crisis y desempleo salvaje- esta
siendo especialmente golpeada por el paro, con graves riesgos para su
estabilidad jurídica y documental en muchos casos.
Resaltar en todo caso como muy positivo que en el caso español -con una
crisis feroz y un desempleo desatado- socialmente no se han producido
respuestas racistas o discriminatorias y ello se debe -precisamente- al
esfuerzo de los sindicatos desde hace años en presentar la inmigración como un
elemento normal de una sociedad española compleja y como un vector más del
ámbito sociolaboral de nuestro país.
Sin embargo el Gobierno insiste en mostrar un aspecto muy menor de la
inmigración como son los episodios fronterizos de Ceuta y Melilla en los cuales
– lejos de aclarar los hechos y depurar responsabilidades por la catástrofe del
día 6 de febrero de 2014 o zanjar la aberración de las devoluciones ilegales en
la valla- esgrime las dificultades de seguridad del perímetro fronterizo como espantajo generador de alarma social para justificar
políticas represivas ante su propia falta de capacidad de gestión.
Desde COMISIONES OBRERAS
exigimos a la Unión
Europea que abandone los vacuos discursos humanitaristas y
desarrolle de forma efectiva sus competencias en materia de gestión de flujos
migratorios y de asilo al tiempo que instamos al Gobierno de España a que
aborde de una manera positiva y proactiva las políticas de inmigración y –
especialmente- aquellas destinadas a la integración social de la población
extranjera y de la propia población española, normalizando el acceso a los
derechos básicos y fundamentales y respetando la dignidad de las personas, a fin de evitar situaciones de mayor
vulnerabilidad y exclusión social que puedan dar pábulo a discursos racistas,
xenófobos e intolerantes como – lamentablemente- estamos asistiendo en otros
países de la UE.
Asimismo reclamamos de las fuerzas políticas y de las instituciones -
europeas y españolas- y especialmente
del Gobierno de España una “tolerancia
cero” con cualquier actitud o discurso que pretenda fomentar una imagen
distorsionada de la inmigración que promueva actitudes racistas y/o xenófobas.
Desde COMISIONES OBRERAShacemos una llamada a la responsabilidad del Gobierno respecto al abordaje de
las cuestiones migratorias - máxime en un contexto de grave crisis como el actual - a fin de evitar fomentar un visión reduccionista de
las migraciones que genere respuestas de rechazo y xenofobia respecto a la
población española: en este sentido consideramos inaceptable el intento de “legalizar” las
irregulares prácticas de devoluciones ilícitas en las vallas de Ceuta y melilla
mediante una inserción adicional en el texto de la Ley de Seguridad Ciudadana.
No entendemos necesario modificación alguna de la ley de extranjería ni
mucho menos “en caliente” para abordar cuestiones que están perfectamente
reguladas- desde hace decenios- en nuestra normativa (devoluciones, rechazos,
etc.) y que nunca han generado disfunciones en la práctica.
Finalmente reclamamos al Gobierno de España un pacto de estado integral
e integrador que
abarque al conjunto de las fuerzas políticas y – desde luego- a los
interlocutores sociales (patronal y sindicatos) que somos los que, en la
práctica real, desarrollamos acciones concretas en el mercado de trabajo y en
los propios centros de trabajo normalizando de manera cotidiana los procesos
migratorios.
20 Marzo 2015

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