MANIFIESTO POR LA LIBERTAD Y EL DERECHO A LA HUELGA (18/02/2015)
Trescientas personas sindicalistas, trabajadoras, ciudadanas están
condenadas o imputadas por defender los derechos de las y los trabajadores en
diferentes protestas laborales. El desgobierno que padecemos que, cuando se
trata de los suyos, mira para otro lado, ha puesto el ojo de la represión en
las personas y organizaciones que, muy a su pesar, todavía creemos en la lucha
de la clase obrera.
Quiero tener un recuerdo especial para alguna de estas personas: para
los ocho de Airbus, para los que piden 64 años de cárcel; para la compañera
Tatiana Vicens, secretaria general de CC.OO. Illes Balears, que ya ha sudo
injustamente condenada y, por supuesto, para los valientes, luchadores y
comprometidos trabajadores de la limpieza viaria de FCC en Huesca. Todos ellos
son un ejemplo de la dignidad de la lucha y el poder que, cuando nos
organizamos de manera colectiva, aún tenemos las y los trabajadores. Y, un
ejemplo es para mí, el esfuerzo y el coraje del delegado de CC.OO. que, junto
con nuestra organización sindical, está pendiente de la demanda por huelga
abusiva.
Y no van a parar. Por eso, CC.OO. exige la derogación del artículo
315.3 del código penal, que es del que la fiscalía ha abusado en un indignante
exceso de celo para preservar el derecho a ir a trabajar cuando se convoca una
huelga. Por eso, CC.OO. exige la retirada del proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, ya
que supone nuevas restricciones de derechos fundamentales y cercena las libertades
democráticas.
No quieren vernos en
las calles cuando recortan la educación pública y salimos a decirles que nos
roban. No quieren oír nuestras protestas cuando recortan la sanidad y salimos a
gritarles que no somos clientes, que somos usuarios. Dicen que somos
delincuentes por ayudar a las y los trabajadores que, por miedo a perder el
trabajo o por coacciones de los amos, no se atreven, libremente, a ejercer un
derecho constitucional. Dicen que somos delincuentes por concentrarnos en las
puertas del parlamento, o en las calles en las que viven, o en la puerta de las
empresas que nos explotan.
Ellos son los
delincuentes. Ellos son los que no permiten que tengamos trabajos dignos y
estables todos los días del año. Ellos son los que abusan de la democracia.
Ellos quieren acabar con los derechos y las libertades de muchos para mantener
el privilegio de unos pocos.
Por las libertades y
por el derecho de huelga, no hemos de callar. Porque ni nos domaron, ni nos
doblegaron, ni nos van a domesticar.
VIVA LA CLASE OBRERA
No hay comentarios:
Publicar un comentario