NOTA: Texto y Foto, propiedad de D.A.
Carlos, de Tierz, pregunta:
Saludos, compañera.
Intentaremos sentar en una mesa de negociación (y espero que raciocinio) al Gobierno con la esperanza, te lo confieso, de derogar la reforma y dejarles un par de puntos (como mucho) menores por la cosa de la honrilla. ¿Cuántas Huelgas Generales harán falta?
Desde el año 2009, cuando el anterior Gobierno reconoció que estábamos en crisis y se plegó a los mercados y al frente franco-alemán, estamos movilizados en los centros de trabajo y en la calle, con manifestaciones multitudinarias. En el año 2010 tuvimos que convocar una huelga entre las y los empleados públicos por su rebaja salarial y la congelación de las pensiones (entre otras medidas extraordinarias contra el déficit, decían). Ese mismo año, el 29 de septiembre, hicimos una Huelga General contra la primera reforma laboral que, después se ha visto, no sólo no ayudó a la economía del país, sino que tampoco ayudó a las personas. No creó empleo, se siguieron cerrando empresas, los jóvenes no han podido incorporarse a un puesto de trabajo (es más, mantenido que emigrar para poder trabajar)... Todo esto, que CC.OO. ya decía que iba a hacer la reforma (ahí están las hemerotecas), y el Gobierno negaba, se ha visto multiplicado por la reforma laboral del mes de febrero. Con estos antecedentes, que han dado como resultado más de cinco millones de personas desempleadas y un gobierno que le ha dado todo el poder de la ley al empresario (dejando desprotegido al colectivo trabajador), que ha sacado a la administración de los Expedientes de Regulación de Empleo y que se ha "cargado" la negociación colectiva, me temo que el día 29 no es un punto final, sino un punto de partida del pulso que las personas, organizadas con unas siglas o con otras, vamos a tener contra el Gobierno y el Banco Central Europeo (que es el que les aprieta el cuello).
Javier, de Madrid, pregunta:
¿Por qué tenemos actualmente tanta desconfianza en los sindicatos?
Por varias razones. Porque hace años que el descrédito y las mentiras no han sido contestadas con firmeza por las organizaciones sindicales, con una querella criminal cuando se dicen falsedades, por ejemplo. Porque las organizaciones sindicales las formamos personas y, como en cualquier comunidad de vecinos, centro de trabajo, asociación civil o clase de un instituto, "habemos de todo" y cometemos errores. Porque las organizaciones sindicales, seguramente, tenemos que revisar si queremos cantidad (número de delgados que nos dan la representatividad) o calidad (militantes y personas comprometidas). Y, muy importante, porque las personas trabajadoras nos hemos olvidado de que unidos tenemos más fuerza y los malos empresarios y los malos gobiernos saben que "divide y vencerás" es una realidad incontestable en esta sociedad en la que prima el individualismo. Criticar es lícito, e incluso necesario, pero las personas trabajadoras (que hacemos un sindicato) organizadas somos el último muro que falta por derribar a los poderes económicos y el insulto o el descrédito es otra forma de "martillo".
Eduardo, de Huesca, pregunta:
¿Cuál es la propuesta de CC.OO. para generar empleo?
Reforma financiera: Los bancos y los especuladores NO pueden ser los dueños de las vidas de las personas y los gobiernos políticos (que gestionan temporalmente la Administración) tienen la obligación constitucional de trabajar por el progreso social y adoptar políticas enfocadas al pleno empleo (artículo 40.1 de la Constitución Española) y las Organizaciones sindicales tenemos la obligación de recordárselo a todas las personas, trabajadoras o no.
Reforma fiscal: Que el gobierno cobre las deudas MILLONARIAS a la Seguridad Social y a la Hacienda Pública de los que nos deben dinero al resto de la ciudadanía. Que persiga el fraude fiscal de las empresas que cotizan en bolsa, para que devuelvan a sus legítimos dueños (usted, que hace esta pregunta, yo que la contesto, el lector y lectora del diario y un señor de Cuenca), porque nos lo deben.
Reforma empresarial: Lo mismo que a una persona trabajadora puede ser despedida por causas objetivas (con 20 días por año trabajado un máximo de 12 meses) por bajo rendimiento, por tener 8 días de ausencia en el trabajo, aunque sean justificadas (bajas por enfermedad), menos ingresos en tres trimestres (algo que ahora tiene cualquier tienda o taller de Huesca), deberíamos tener protección contra los abusos y malas prácticas empresariales.
Límite en los precios: El metro cuadrado de solar, ha llegado a valer 1.200 euros, el mismo precio que han llegado a tener las mensualidades de las hipotecas, a 30 años o más, que nos cobran los bancos. Eso, antes, se consideraba usura. Ahora es el modelo productivo (de qué vivimos como país) de España y lo que ha sostenido el mercado de trabajo (lo que ha producido los puestos de trabajo). Si un pantalón tiene un precio de coste de 10 euros y lo tenemos que pagar a 60, perdónenme la vulgaridad, pero "la vaca no da para más"...
Cambio de modelo productivo: esto tan rimbombante no es más que crear empresas que sean sostenibles (para el empresario, para el medio ambiente, para el estado de bienestar) sin que perdamos la sanidad pública, la educación pública, los servicios sociales públicos porque se han hecho más ricos cien personas en España y más pobres cuarenta y dos millones de personas trabajadoras, desempleadas, pensionistas, jóvenes...
Lorenzo de Huesca, pregunta:
Me gustaría saber, si fuera posible, cuanto supone lo que CC.OO. recibe en dinero por parte del estado, en general y luego lo que correspondería a Huesca. Y qué diferencia puede haber con lo que reciban otras organizaciones similares, así como el clero.
La principal fuente de financiación de las organizaciones sindicales son las cuotas de sus afiliados, en CC.OO. también. Hay dos vías de financiación.
La primera está compuesta por tres tipos de ingresos:
Unos, son ingresos para actividad principal de la organización, la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de las personas trabajadoras (en cristiano: posibilita la asistencia a la negociación colectiva de más de 4.000 convenios colectivos, que se aplican a la totalidad de las y los trabajadores, sin atender a su afiliación) y se financia con la subvenciones (estatales y autonómicas). Son parte de los Presupuestos Generales del Estado y la Comunidad Autónoma y se reparten en función de la representatividad en las elecciones sindicales. CC.OO., como primer sindicato (con más de 130.000 delegados y delegadas, es decir, un 39 % del total, o sea casi 3 millones de personas) recibió un 42 % de los dieciséis millones de euros entre las subvenciones de ámbito estatal y autonómico que se dan a todas las organizaciones sindicales en función de los resultados de las elecciones sindicales en las empresas.
Por las cuotas de los afiliados y afiliadas (1.200.000) ingresamos unos ciento dieciocho millones de euros, con lo se financia la actividad y el gasto ordinarios.
El tercero es la asesoría jurídica, que tiene su propia gestión. Es decir, casi el 70 % de los ingresos de CC.OO. para la actividad principal (no las subvenciones finalistas), proviene de las cuotas de afiliados, más del 21 % es de recursos propios y casi un 9 % es de lo que nos pagáis a través de los Presupuestos Generales del Estado y Autonomía.
La segunda vía de financiación son las subvenciones finalistas ya sean estatales o autonómicas (en algunos territorios, también de la administración local). Éstas sólo las gestionamos, es decir, se gastan en su totalidad en la actividad subvencionada. Todas ellas son para la formación de las personas trabajadoras (afiliadas o no a CC.OO.), en empresas y localidades a las que no se llega de otra forma (como vía de corrección de discriminaciones y desigualdades) y suponen unos 200 millones de euros en toda España, el 8 % de la totalidad de los fondos disponibles para la formación repartidos por los Servicios Públicos para el Empleo. Unos 25 millones de euros son de subvenciones europeas destinadas a la integración de inmigrantes, igualdad de oportunidades y de trato, jóvenes, mujeres, erradicación de la drogodependencia y violencia de género o salud laboral.
CC.OO. Huesca no tiene ingresos propios, sólo a través de asesoría jurídica.
Otras organizaciones como los sindicatos italianos perciben más de seiscientos millones de euros y las del sector público francés unos setecientos, para hacer lo mismo que nosotros, aunque mejor, estareis pensando... que os oigo.
La Confederación de Empresarios de España ingresa unos ingresos similares a las organizaciones sindicales, sólo que su representatividad no sale del sufragio, sino de otros indicadores.
Los partidos políticos españoles ochenta y cinco millones, la Casa Real, nueve (que sepamos), la Iglesia Católica 6.000 millones de euros, las empresas privadas de prensa y televisión 360 millones de euros.
Esto son cuentas, y no cuentos, y están en la red, al alcance de cualquier ciudadano o ciudadana que quiera la información.
Carmen, de Grañén, pregunta:
Soy trabajadora a tiempo parcial de una empresa de limpieza y me gustaría hacer huelga pero no puedo permitirme el lujo de dejar de llevar a casa lo que suponga el descuento salarial por secundarla. ¿No cree que mucha gente puede estar en mi misma situación? Si fuera empresaria pensaría que cuantos más empleados hicieran huelga mejor, porque les descontaría el salario y al día siguiente todo se arreglaría limpiando lo de los dos días, sin que ello afecte en la factura mensual por el servicio, lo que supone más beneficio.
Con esta reforma te pueden bajar el sueldo de todos los días del mes, te pueden despedir gratis o, por ejemplo, si llevases 10 años trabajando, te despidieran y tuvieran que darte una indemnización, hasta el 12 de febrero hubieses cobrado más de 9.000 euros (con la jornada parcial que tienes), pero con la reforma no llegarán a 2.500. Carmen, pregúntate esto: si la huelga no sirve para nada y al empresario no le supone ningún coste ¿Por qué en las empresas hay coacciones para que las personas trabajadoras no ejerzan este derecho? ¿Por qué este gobierno quiere modificar el derecho a la huelga? ¿Por qué decretan servicios mínimos abusivos? Será que sí es peligroso para los intereses de los empresarios y el gobierno que las personas paremos de trabajar y de consumir el 29 de marzo. Será que es una forma de decirles que, a pesar de su mayoría absoluta y legítima, se han equivocado al "cargarse" los derechos laborales de más de veinte millones de personas que también les pagamos el sueldo. El miedo paraliza y hace que el depredador te coma, y no me gusta ser víctima ni que nadie lo sea. Así que. ¡A por la Huelga General!
Antonio, de Huesca, pregunta:
En los años de supuesta bonanza económica, la situación económica para la gran mayoría de los trabajadores se deterioró y no vieron más que migajas. En esa época se generalizó el trabajador mileurista. ¿Dónde estaban los sindicatos en los años a los que una generación se le condenó al trabajo precario y mal pagado?
En los años de bonanza estábamos donde siempre, negociando convenios colectivos; defendiendo, en los juzgados, a las personas que eran despedidas; en los centros de trabajo siendo representantes de nuestros compañeros (a veces, intentando convencer a algunos de ellos de que había que cobrarlo todo en la nómina, para que cuando llegase el despido o la jubilación pudiese vivir); en la puerta de las empresas gritándole al empresario que hacía expedientes de regulación; encerrados en las empresas para evitar despidos y negociando con los gobiernos que han pasado y que llegarán otro modelo social, laboral y productivo que evite las injusticias. Pero ya sé que es desde la Moncloa desde donde se hace, lo he aprendido en Comisiones Obreras. Las políticas y la economía hacen el mundo desde el poder ejecutivo (que no es de los sindicatos, por cierto), y las personas trabajadoras soñamos con trabajar para vivir, mientras otros se empeñan en que no tenemos derechos.
David, de Huesca, pregunta:
¿Creen que con una huelga de un día pueden parar semejante reforma?
Espero que sí. Los derechos de las personas trabajadoras se han conquistado (en batallas peores incluso), porque nadie nos regala nada. Sólo hace 100 años que los domingos se reconocieron como festivos para los trabajadores. Esta reforma y nuestra respuesta (la huelga de un día) sólo son, lamentablemente, el principio de un conflicto mayor: el ataque al estado de Bienestar. El Gobierno ha echado el órdago que los mercados le han dicho. La pelota está en nuestro tejado, el de las personas trabajadoras y desempleadas, el de las organizaciones sindicales (hay más sindicatos que han convocado huelga general para el 29 de marzo: ELA-LAB, en Euskadi; CIG en Galicia; CNT; CGT; Intersindical-STE; USO, Solidaridad Obrera), también en el tejado de los partidos políticos (se han sumado a la huelga IU, Ezquerra, Compromis, Amaiur, BNGA, eQuo), y de plataformas y asociaciones civiles (asociación de consumidores FACUA, 15-M, Juventud sin futuro, Democracia Real ya, etc...).
Si todos nos paramos, ¿No se lo repensarán?
José Luis, de Huesca, pregunta:
Con la que está cayendo, ¿no hay armas más efectivas que una huelga?
La que está cayendo es la razón de esta convocatoria y llamamiento a la Huelga General. Además de la convocatoria para que las personas asalariadas se paren ese día, hay convocada una Huelga de Consumo a la que CC.OO. se suma y yo, individualmente pienso ejercer, y a la que animo a la ciudadanía que secunde. Nos pueden bajar el salario, nos pueden mover a otro centro de trabajo, impiden que se apliquen medidas de conciliación que marca otra ley, falsearán los datos de temporalidad en el empleo con un contrato indefinido con un año de prueba para despedirte gratis... que se vayan acostumbrando a que no gastaremos y no recaudarán IVA. Y nosotros también nos tendremos que acostumbrar, como no despertemos del miedo y la resignación.
Lo que sí tenemos claro en Comisiones Obreras es que si no hacemos nada, eso es lo que tendremos, nada.
Lucía, de Huesca, pregunta:
Al oír algunas declaraciones de CC.OO. y UGT parece que hablen los empresarios: "crédito a las pymes", "reactivar el consumo"… ¿Cuándo van a proponer medidas alternativas y no continuistas de un sistema que está enseñando los dientes y diciendo que la única salida es convertir los derechos laborales en un recuerdo del pasado?
Las medidas están por escrito y entregadas al gobierno, a este y al anterior. Y desde luego tienen que ver con cómo crear y gestionar empresas (que es el lugar en el que están los puestos de trabajo), con ingresos del estado (de qué bolsillo salen y en qué se gastan), y de cómo las entidades financieras tienen que dejar de pisarnos el cuello. Yo también me quejo, en mi organización sindical sobre el lenguaje (a veces parecemos secretarios de estado, en vez de trabajadores), pero se trata de que nos entiendan los que ejercen el poder, y si hay que hablar francés o alemán, tendremos que saber. Y para que los derechos laborales no sean cosas del pasado, hay que salir a la calle el 29 de marzo, como primera e inmediata medida contra los abusos y una mal entendida democracia.
Marta, de Huesca, pregunta:
¿Qué ha hecho que los sindicatos hayan perdido el respaldo de una manera como lo han hecho en los últimos años? Por favor, haga autocrítica aunque también pueda haber otros factores.
En el caso de Comisiones Obreras, que es del que puedo hablar, de otros no me corresponde, creo que ha sido por varios factores (y resumo mucho): no haber sabido promover y mantener nuestra propia imagen e identidad (con la idea de que esto es en beneficio de la mayoría de la clase trabajadora de este país); por asumir la responsabilidad, en una situación de crisis económica mundial, de frenar la pérdida de derechos desde la negociación y no tanto desde la reivindicación; y porque las organizaciones de trabajadores para los trabajadores (eso es Comisiones Obreras) somos un peligro para el interés del capital, que no es otro que volvamos a los tiempos en los que llegaba el cacique a la plaza y decía: "Tú sí trabajas hoy, tu no".
En los países emergentes de Asia, las personas trabajadoras están iniciando la andadura sindical para intentar a tener un modelo social como el nuestro, en el que (hasta ahora) convivían los intereses de la patronal y el trabajador. En el que el Estado cuidaba y mantenía la cohesión social.
Creo que las personas, que somos las que formamos las organizaciones, somos más individualistas y nos hemos creído que el "sálvese quien pueda" permite la convivencia y el desarrollo social. Creo que esto se ha interiorizado de tal forma que, cualquier grupo organizado, que no siga los dictados de "los que mandan" es el blanco de los que están organizados en el poder.
Y creo, nos hemos creído que hay que sacrificarse y que hacen recortes en derechos laborales y sociales por nuestro bien y que los "malos" son los que les decimos que no es verdad.
Jara, de Huesca, pregunta:
Finalmente, hasta los mismos sindicatos se ven afectados por los ERE. ¿Cómo llevan en el sindicato esta situación?¿Eso afectará a la labor que realizan?
En Comisiones Obreras Huesca lo llevamos mal. Creo que no hemos sido capaces de encontrar una mejor manera de gestionar nuestra crisis y que esto tendrá consecuencias. De momento ya las tiene, las personas afectadas por el ERE no pueden trabajar con normalidad, porque la suspensión afecta a la reducción de jornada y de salario. La Organización asumió que era la mejor forma de sostener los puestos de trabajo. Las reducciones suponen que hay que hacer el mismo trabajo en menos tiempo y eso es imposible, así que, claro que afecta a la labor que realizan las trabajadoras (son mayoritariamente mujeres en Huesca).
Quiero aprovechar este espacio para agradecerles su esfuerzo, su compromiso con Comisiones Obreras y la paciencia que me tienen desde que asumí esta responsabilidad. Gracias Marimar, Ana, Esther, Maria José, Isabel e Isabel, Víctor, Fernando, Virginia, Belén, Pedro, Deni y Yolanda. Sois las y los mejores compañeros de viaje que puede haber en la Unión.
Teresa, de Huesca, pregunta:
Afrontar la secretaría del sindicato en una situación económica y laboral tan inestable, ¿le dan más energía o hay momentos de bajón?
Pues tengo mis momentos. Las y los compañeros que me tratan, me conocen y me soportan podrán decir, mejor que yo, cómo lo llevo. Personalmente creo que soy consciente de lo que es la responsabilidad de lo que hago y eso ayuda a tener la cabeza fría. Creo que en momentos de dificultad y de crisis podemos sacar los mejor o lo peor de una persona y de una organización y, espero y deseo, que sólo sea capaz de dar lo mejor de mi misma, y de Comisiones Obreras de Huesca, para la defensa y la lucha por los derechos del colectivo trabajador. Nos equivocaremos y me equivocaré, no le daremos gusto a todos y, seguramente, espero ser la piedra en el zapato de los que quieran hacer perder derechos sociales y laborales a las personas.
José, de Jaca, pregunta:
¿El sindicalismo ha perdido fuerza y desinterés entre los trabajadores y la sociedad en general, o está más vivo que nunca?
Sin duda es un momento difícil. Los ataques de los medios "de la caverna", la falta de respeto del autodenominado por la vicepresidenta Cospedal, partido de los trabajadores, las equivocaciones propias, la sociedad que prima lo individual sobre lo colectivo, no ayudan a mantener la fuerza de una organización sindical (ni de otro tipo). Pero tiene que ser en este momento histórico cuando nos rearmemos, nos refundamos o reinventemos para renacer entre las personas trabajadoras como lo que hemos sido desde que se fundaron las Comisiones Obreras: un sindicato de las y los trabajadores para los y las trabajadoras (aunque le cueste leer esto a algún académico).
domingo, 25 de marzo de 2012
Entrevista Begoña Pérez Garasa en Diario del AltoAragón
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